Margaret M. De Lange y su proyecto "Daughters"

La inocencia en la infancia forma parte de la mirada del adulto. En el fondo no tiene que ver tanto con el niño. Mirar la infancia es “mirarse” atrás y el asunto es complejísimo. Volver la vista atrás pone a flor de piel toda una colección de sentimientos, del placer al dolor, la rabia, la angustia, el alivio o la tristeza… a menudo la infancia la revivimos con nuestros hijos, que sin darnos cuenta se convierten en el vehículo con el que reparamos nuestros propios desencantos, creando irremediablemente otros, que ellos remendarán en sus propios hijos. No hay infancia perfecta, nunca se cierra el círculo.

Explorar la infancia es explorar abismos y Margaret M. De Lange te deja al borde con absoluta maestría en su serie Daughters.

Margaret M. De Lange, de la serie "Daughters"




Todos tenemos nuestro Moby Dick. Esa enorme ballena blanca que perseguimos durante toda la vida, mejor no darle caza nunca, porque el deseo, como mucho, mejor tenerlo en la punta de los dedos, no lo queramos tener más cerca. No queramos.

A Emilce Dio Bleichmar

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