La la foto que no hice

(...) Dedicaba gran parte de su vida a establecer categorías de presagios. Y por eso no es de sorprender que cuando le resultaba imposible ejercer esa función por dudar de ella, au capacidad para hacer frente a las circunstancias de la vida diaria, se reducía al mínimo. Era como si le acometiera una extraña parálisis. (...). Si en esos períodos se mostraba contenida y razonable era sólo porque imitaba mecánicamente un comportamiento que consideraba racional. Una de las razones de su aversión por el relato de los sueños era sólo porque al oírlos pasaba a primerísimo plano la lucha violenta que se libraba en ella, la guerra entre la razón y atavismo. (...).

Lo que complicaba aún más las cosas era que, otros días, la venganza de lo alto parecía la más remota de las posibilidades. Todas las señales eran buenas; un aura sobrenatural y benéfica resplandecía en torno a cada persona, objeto y circunstancia. Esos días, si se permitia a sí misma acuar como sentía, Kit podía ser muy feliz.

Paul Bowles (El Cielo Protector).

... esta es la foto que no hice...

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